Tras la suspensión de Delia Espinoza, Tomás Gálvez, quien enfrenta investigaciones por el caso “Los Cuellos Blancos del Puerto”, fue designado como fiscal de la Nación interino al ser el tercero con más antigüedad en la institución.
Este 22 de septiembre de 2025, se oficializó que Tomás
Gálvez Villegas será el nuevo fiscal de la Nación interino,
luego de la suspensión de Delia Espinoza y de la declinación de Pablo Sánchez a
continuar al frente del Ministerio Público interinamente. Gálvez, fiscal
supremo, aceptó el cargo por ser el tercero con mayor antigüedad en la
institución.
¿CUÁNDO Y DÓNDE SE CONCRETÓ SU NOMBRAMIENTO?
La decisión tomó forma tras una serie de renuncias y
suspensiones. Delia Espinoza fue suspendida, y Pablo Sánchez dejó de asumir la
interinatura; se barajaba también que Zoraida Ávalos tomara el rol, pero la
rechazó. Por esta razón, el más antiguo tras estos tres fue Tomás Gálvez, quien
aceptó.
Se trata de un nombramiento interino que se ejecuta
conforme al orden de antigüedad de los fiscales supremos. La información fue
confirmada por fuentes de Perú21 y dada a conocer al público
en Lima, donde desde junio de este año Gálvez había retornado al Ministerio
Público.
¿QUIÉN ES TOMÁS GÁLVEZ Y QUÉ ANTECEDENTES PESAN
SOBRE ÉL?
Tomás Gálvez fue destituido en abril de 2021 por la Junta
Nacional de Justicia (JNJ) bajo acusaciones de faltas muy graves en el marco
del caso conocido como “Los Cuellos Blancos del Puerto”. Las acusaciones
incluían, entre otras, organización criminal, cohecho pasivo, tráfico
de influencias y patrocinio ilegal.
Sin embargo, en junio de 2025 el Tribunal
Constitucional (TC) determinó que en ese proceso hubo violaciones a
sus derechos procesales y ordenó su restitución como fiscal supremo. Así
regresó al cargo, antes de esta nueva designación como fiscal de la Nación
interino.
Además, Gálvez tiene otras investigaciones en curso:
estarían vinculados a la inscripción irregular del partido político Podemos
Perú (de José Luna Gálvez), lo que añade interrogantes sobre su perfil
institucional. También había manifestado intenciones de postular a la
presidencia de la República con su partido “Peruanos Unidos”, aunque formalizó
su renuncia para poder reincorporarse al Ministerio Público.
¿QUÉ IMPLICACIONES TIENE QUE ALGUIEN
INVESTIGADO ASUMA EL LIDERAZGO DEL MINISTERIO PÚBLICO?
Este nombramiento suscita múltiples preguntas: ¿puede el
Ministerio Público mantener credibilidad si quien lo dirige está bajo procesos
judiciales y disciplinarios? ¿Hasta qué punto se garantiza la independencia
institucional cuando hay antecedentes como los de Gálvez?
Especialistas en derecho señalan que, si bien la
restitución por parte del TC le devuelve derechos, no borra las investigaciones
pendientes ni las dudas sobre su imparcialidad. En contextos de corrupción
generalizada, la transparencia sobre estos casos y una actuación clara serán
decisivas para evitar más desconfianza ciudadana.
¿QUÉ ESTÁ EN JUEGO PARA LA INSTITUCIONALIDAD?
El Ministerio Público tiene un papel clave en el sistema de
justicia: investigación de delitos, persecución penal, combate a la corrupción.
Si la cabeza de esta institución
está
rodeada de procesos judiciales, la percepción pública se ve afectada; la
cooperación internacional y el financiamiento también pueden depender de la
confianza que inspire.
La ciudadanía demanda ahora más que nunca resultados
tangibles: que los casos “Los Cuellos Blancos”, el de la inscripción de
partidos, y otros casos relacionados, no queden impunes. Gálvez entrará en
funciones en un momento crítico: faltan pocos meses para las elecciones
generales, y la institucionalidad será observada con lupa.
¿CÓMO SE RIGIÓ SU DESIGNACIÓN?
*Se aplicó el criterio de antigüedad entre
fiscales supremos para definir quién asumiría interinamente. A Gálvez le
correspondió porque los dos primeros en la lista renunciaron o declinaron.
*El nombramiento responde al protocolo legal vigente cuando
hay vacancias o suspensiones en la titularidad de la Fiscalía de la Nación.
*No hay indicios de que se haya preparado un reemplazo
definitivo aún; este interinato puede extenderse hasta que se realice una
designación formal permanente.
¿POR QUÉ ESTE MOMENTO Y QUÉ REACCIONES HA
GENERADO?
La coyuntura política y judicial en el Perú atraviesa una
crisis de legitimidad. Casos de corrupción, escándalos, demandas de
transparencia y justicia han generado una atmósfera de desconfianza. En ese
contexto, asumir un cargo tan visible como la Fiscalía interina significa
asumir también una gran responsabilidad ante la opinión pública.
Algunos sectores consideran que este nombramiento podría
alimentar críticas o desconfianza si no se actúa con firmeza. Otros se muestran
esperanzados en que Gálvez podría demostrar su compromiso con la legalidad, más
allá de sus casos pendientes.
CONCLUSIÓN: ENTRE EXPECTATIVA Y ESCEPTICISMO
La designación de Tomás Gálvez como fiscal de la
Nación interino abre una etapa clave. Su desafío será responder con
acciones concretas, demostrar imparcialidad y transparencia, y superar el
pasado que lo vincula a investigaciones de gran envergadura.
Para la ciudadanía, el momento exige vigilancias activas:
seguimiento a los casos pendientes, exigencia de rendición de cuentas, y
exigencia de que la Fiscalía no sólo tenga autoridad, sino integridad.
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