- Análisis de todos los factores que juegan en contra de nuestro balompié y que pese a la clasificación al mundial nos deja en el último lugar del contexto sudamericano a nivel de equipos.
(DiarioUNO) En el 2007 se realizó un
conversatorio en la Universidad Federico Villarreal a dirigentes, entrenadores, jugadores y
comunicadores en la especialidad del fútbol. El tema era
¿Por qué Perú no iba a los mundiales?
El organizador era el psicólogo y técnico de
fútbol Tito Morinaga. Los expositores, siempre dejaron fuera de culpa a su
gremio. Todos tiraban agua para su molino.
En la exposición no hubo
compromisos con nadie. Se analizó punto por punto todos los estamentos que
están relacionados a este deporte y siempre aparecía pus. Si bien son muchos
los factores que perjudican a nuestro balompié el principal siempre será
dirigencia.
No se crea que la
clasificación al mundial tapará la falencia que existe en los clubes
profesionales y en todo el fútbol nacional.
La ida a Rusia es un accidente. Un beneficio
que nos dio la vida después de ver tres generaciones llenas de frustraciones.
Pero será difícil que en otro proceso se junten tantas circunstancias que nos
haga clasificar nuevamente.
El principal responsable de nuestro atraso es la Federación Peruana de Fútbol (FPF) que está obligada, según el artículo uno de sus propios estatutos, a promocionar y desarrollar el deporte.
El presidente como cabeza
debe ser el encargado de tomar las riendas del deporte. En mi concepto esto no
existía en el periodo tanto de Nicolás Delfino y Manuel Burga cuando ambos
estaban en el sillón presidencial.
Los torneos de menores en
sus periodos tenían tantas anomalías como existe ahora mismo y los clubes
profesionales no han sido potenciados en 25 años. Tanto a Delfino como a Burga
pareció no importarles el desarrollo del fútbol.
Cuando Delfino tomó las
riendas de la federación, países como Turquía, México, Japón, Irán o la misma
Venezuela estaban por detrás de nosotros. Hoy todos ellos son asiduos
participantes de mundiales en cualquier categoría. Nos pasaron porque sus
dirigentes desarrollaron su deporte y lo volvieron competitivo.
REPETIMOS
EL AÑO
Cuando un niño repite el año una, dos y tres veces en forma consecutiva, el responsable ya no es el escolar, sino el tutor. Los padres tendrán que encontrar el mecanismo para que ese niño pase de año. Lo mismo ocurría en nuestras selecciones con sus constantes eliminaciones. Daba la impresión que al tutor (el presidente de la federación) no le importaba los constantes fracasos.
Cuando un niño repite el año una, dos y tres veces en forma consecutiva, el responsable ya no es el escolar, sino el tutor. Los padres tendrán que encontrar el mecanismo para que ese niño pase de año. Lo mismo ocurría en nuestras selecciones con sus constantes eliminaciones. Daba la impresión que al tutor (el presidente de la federación) no le importaba los constantes fracasos.
Aquí nuestros dirigentes
solo se contentan con ganarse entre nosotros. En salir campeón para recibir el
dinero por participar en la Copa Libertadores y no le interesa lo deportivo.
Porque no se entiende muchas de las contrataciones que dicen son para reforzar
al equipo.
UNIVERSITARIO
Y ALIANZA
El año pasado, Universitario quedó disminuido con respeto al 2016, pero sus dirigentes querían hacernos creer que por haber contratado al panameño Tejada era un gran equipo. Lo mismo sucede hoy con Alianza Lima. No se entiende por qué han disminuido la capacidad de su equipo con respecto al año pasado si se supone que en ambos casos el ingreso era superior. Daría la impresión que nuestros dirigentes no saben de fútbol. Ellos no son hinchas. No pueden caer en el deseo y la buena suerte.
El año pasado, Universitario quedó disminuido con respeto al 2016, pero sus dirigentes querían hacernos creer que por haber contratado al panameño Tejada era un gran equipo. Lo mismo sucede hoy con Alianza Lima. No se entiende por qué han disminuido la capacidad de su equipo con respecto al año pasado si se supone que en ambos casos el ingreso era superior. Daría la impresión que nuestros dirigentes no saben de fútbol. Ellos no son hinchas. No pueden caer en el deseo y la buena suerte.
Solo se entendería que los
propios dirigentes estén metidos en porcentajes con las contrataciones porque
es difícil de creer que elijan tan mal.
EDWIN
OVIEDO
Oviedo me parece que sabe muy poco de fútbol. Se ha rodeado con profesionales que saben su tema. Sin embargo solo le dio prioridad a la selección adulta, olvidándose de los menores. Gastarse un millón y medio de dólares en un viaje a Nueva Zelanda cuando las chicas de la selección juvenil de futsal comen en un mercado, me parece desmedido.
Oviedo me parece que sabe muy poco de fútbol. Se ha rodeado con profesionales que saben su tema. Sin embargo solo le dio prioridad a la selección adulta, olvidándose de los menores. Gastarse un millón y medio de dólares en un viaje a Nueva Zelanda cuando las chicas de la selección juvenil de futsal comen en un mercado, me parece desmedido.
Oviedo es un hombre que “no sabe de caballos y acertó una dupleta”.
La clasificación al mundial es un premio por sacarlo a
Burga de la presidencia, todo lo que ha conseguido en mayores solo es un
paliativo para nuestro fútbol.
Muchos ayayeros de Delfino
y Burga decin que ellos no juegan, que no podían meter goles. Pero ellos como
cabeza pueden formular leyes. Las normas pueden desarrollar nuestro fútbol como
se hace en otros países.
DINERO
Muchos dirigentes se metieron al fútbol para ganar dinero. Una muestra era el Bolognesi de Tacna. No es malo querer ganar dinero pero contradice el estatuto uno de la FPF y de la FIFA que dice que este deporte es sin fines de lucro. Obviamente es algo irreal. Los millones que puede generar el fútbol producen corrupción.
Muchos dirigentes se metieron al fútbol para ganar dinero. Una muestra era el Bolognesi de Tacna. No es malo querer ganar dinero pero contradice el estatuto uno de la FPF y de la FIFA que dice que este deporte es sin fines de lucro. Obviamente es algo irreal. Los millones que puede generar el fútbol producen corrupción.
Y como un virus va
infectando a todos sus estamentos. Presidentes, directores, dirigentes, socios,
entrenadores, periodistas.
Todos ven sus intereses mientras que el fútbol
sigue sin desarrollarse.
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